La competencia es feroz: los usuarios suben más de cuatro días de contenidos por minuto a Youtube, donde están registrados más de mil millones de usuarios, el equivalente a un tercio de las personas conectadas a Internet. ¿Por qué despierta tanto interés tener que invertir horas en un video que puede no llegar a ser visto, o peor, ser duramente criticado?

Para Carlos Godoy, técnico universitario en redes y comunicaciones y asiduo alimentador de la red de videos, el intercambio que se genera al subir material es uno de los aspectos más interesantes. Su canal contiene tutoriales para los interesados en electricidad, electrónica y robótica.

“La idea es ayudar a personas que se interesan por el tema, sean principiantes o no; busco de a poco, hacer una comunidad de ‘autoayuda’ en el canal, porque yo también aprendo con las consultas que me hacen. Lo hago como un hobby, disfruto enseñar y hacer proyectos de electrónica y robótica”, explicó Godoy, quien también administraRogerBit, un sitio dedicado a estos temas.

Por su parte, Ignacio Cortés, fundador de ChifleteLive, donde realiza cámaras ocultas a mendocinos en la vía pública, considera a YouTube un espacio donde convergen varios de sus intereses. “Siempre me gustó bromear con la gente, y a la vez me atraía desde chico la idea del cine, aunque nunca tuve experiencia con nada relacionado a eso. Pero tenía ganas de hacer un video, uno propio, y que la gente se pudiese reír con eso“, relató.

Tanto Ignacio como Carlos pertenecen a un grupo que, poco a poco, toma fuerza en la provincia: lanzarse a la carrera por ser youtuber. En Mendoza existen unos 30 canales locales en el portal más popular de Internet, algunos más atendidos que otros.

Aunque la mayoría se orienta al humor, como ChifleteLive, los tópicos son variados: música, deportes, belleza, y videologs.

Fernando Ferrando, por ejemplo, muestra partidas de Airsoft y Paintball; mientras que Moro Smylodon, el canal mendocino más reconocido en Internet por su cantidad de reproducciones, sube versiones metaleras de temas conocidos, junto con consejos para guitarristas.

“Empecé en mi canal en el 2007, subiendo principalmente material que yo hacía con las bandas en las que tocaba. Cerca de un año después, empecé a hacer videos como los que hago hasta la fecha, que les llamo “Metal Versions” en donde tomo canciones de todo tipo, ya sean clásicos del rock, intros de anime, temas de video juegos o películas y los adapto al metal“, describió Moro.

Sonría, lo estamos filmando

“Con las cámaras ocultas, buscamos entretener mostrando la reacción de la gente”, dijo Ignacio, quien comenzó este proyecto a principios de año. Un día, salió junto a Roberto Patarrachia, y con un celular “a ver qué salía”. Mientras Roberto grababa, Ignacio le preguntaba a las personas en la Peatonal si podía leerles, “porque estoy muy solo” o “porque estoy aprendiendo a leer”.

Con el tiempo, la osadía fue aumentando. Con la colaboración de algunos amigos, hicieron videos haciéndose pasar por periodistas, o “intentando vender un esclavo” por la plaza Independencia. “El problema fue encontrar el estilo, llevó mucho tiempo, hicimos cosas que poco tenían que ver con lo que buscábamos al principio. Al final, volvimos a ser Roberto y yo”, explicó.

Así, surgieron los videos que más han celebrado por Internet, como el momento en que Ignacio finge querer cerrar una venta de drogas con transeúntes del centro mendocino, que no saben que están siendo filmados.

Aún así, desde ChifleteLive esperan alcanzar mejores reacciones en sus videos. “La gente es muy seca, nunca me han pegado ni insultado mucho, y eso sería ‘bueno para el negocio’, porque lo hace más divertido. En Córdoba probé hacer cosas parecidas, sin cámara, y la reacción era más abrupta. Acá es más difícil”, mencionó Ignacio.

Difundir conocimiento

Mientras, Carlos, con sus tutoriales de electrónica, no sólo ha permitido que usuarios alrededor del mundo se animen a nuevos proyectos, sino que además ha podido enseñarles a solucionar problemas específicos: “La electrónica ha marcado mi vida, trato de no trabajar mucho de eso, porque para mí es un placer, no quiero mezclarlo con lo laboral. Por eso también hago videos”.

En su canal, Carlos enseña desde controlar motores o aplicaciones vía Bluetooth, hasta dispositivos para apertura de puertas. “Hay videos que he hecho por dudas que me hacen los subscriptores. A todos los que consultan les respondo como mejor puedo, y si no, les paso un link donde informarse. Así se fue armando una comunidad que no sólo está en Mendoza, sino que llega hasta lugares insólitos”, describió el profesional.

Aún así, el youtuber considera que todavía le queda mucho camino por delante: “No tengo mucho manejo de la edición, eso lo hago lo mejor que puedo y hasta donde es posible”.

Paso a paso

Ambos creadores de contenido señalaron que mantener el canal vigente requiere un gran esfuerzo. En el caso de Carlos, no sólo se trata de realizar el video, sino también de conseguir los materiales. “Muchos trabajos requieren componentes que por ahí no tengo, y los voy a comprar o los pido por Internet y todo eso me demora“, detalló.

Por su parte, Ignacio y Roberto graban dos veces por semana, y luego dedican entre 20 y 30 horas a la edición. “Por ahí metés muchísimo esfuerzo en algo que se ve muy poco –dicen–, pero la idea no es dejar por eso, hay quienes se han vuelto muy conocidos recién después de dos años de estar subiendo contenido“.

Para ChifleteLive, llegar al momento en que su trabajo sea reconocido es una motivación importante para continuar haciendo videos. A su vez, Carlos piensa en la gente a la que le aportó con sus explicaciones, “y al otro día me levanto inspirado y empiezo material nuevo”.